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Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Foro Transparencia e Integridad en Tiempos de Paz

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el Foro Transparencia e Integridad en Tiempos de Paz

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Antes de comenzar quiero reiterar nuestra más enérgica condena frente a los cobardes atentados ocurridos ayer en Barcelona.

Nuestros corazones están con las víctimas, con sus familias.

Hace unos minutos me comuniqué con su majestad el Rey Felipe. Le expresé a nombre de todos los colombianos nuestra solidaridad. Tengo una llamada planeada más tarde con el Presidente Rajoy para expresarle el mismo sentido, que Colombia está con España.

Un colombiano, cuyo nombre no revelo por su propia solicitud, estuvo dentro de los heridos, pero por fortuna ya fue dado de alta.

Nuestro Consulado en Barcelona se mantuvo abierto hasta esta madrugada. Ha venido atendiendo todas las solicitudes que se han recibido para indagar por diferentes colombianos, sus familias preocupadas. Se han atendido todas esas solicitudes, 18 en total. 16 ya fueron respondidas positivamente, 2 están en curso en este momento.

El terrorismo es producto del miedo y se expande por todo el mundo. Y ese miedo se convierte en rechazo. En rechazo a las diferencias, en exclusión, en discriminación, en odio y finalmente en actos dementes como los actos de ayer.

Esas emociones negativas que nos dividen, en lugar de unirnos, son las que tenemos que superar.

En Colombia hemos sufrido el terrorismo por décadas como pocos países. Pero hoy por fortuna aquí en Colombia estamos logrando superarlo.

Esta misma semana les dijimos adiós, adiós a las últimas armas de las Farc, bajo la supervisión de las Naciones Unidas.

Ayer mismo, en Cocorná, en el departamento de Antioquia, el departamento más afectado por ese horror que son las minas antipersonal, declaramos más de 15 municipios libres de las minas antipersonal, lo que quiere decir que completamos 166 municipios en esa misma condición.

Hoy Colombia –así nos ve el mundo– es un motivo de esperanza. Somos el único país en donde no se aumentan las armas sino que se destruyen para convertirlas en monumentos a la paz.

En menos de tres semanas viene aquí a Colombia el Papa Francisco para felicitarnos, para acompañarnos, para alentarnos, para empujarnos a dar lo que el mismo ha llamado el primer paso hacia algo tan necesario en Colombia y en el mundo que se denomina la reconciliación.

Esa reconciliación es lo que necesitamos. Todos. Los colombianos y los habitantes de este planeta.

Por eso hoy, no solo como Presidente, sino también como el más reciente Nobel de Paz, quiero hacer un llamado al mundo.

Por encima de las diferencias de raza, de religión, de pensamiento, los seres humanos somos en realidad uno. Uno. Lo que le pasa a uno nos pasa a todos.

Tenemos que comprender que, más allá de las divisiones artificiales, somos un solo pueblo y una sola raza. Y esa raza se llama humanidad.

Tenemos que entender esta verdad. Y tenemos que respetarnos y respetar lo más precioso, la vida.

Al terrorismo hay que combatirlo con toda la contundencia, pero también hay que combatir sus raíces, que son el miedo, el odio. Y hay que combatir ese miedo, ese odio, esos sentimientos destructivos, con las fuerzas positivas. Las fuerzas del amor, de la compasión, del respeto por las diferencias.

En Colombia estamos demostrando que eso es posible. No es fácil, es muy difícil, pero es posible.

Se puede superar la guerra. Los antiguos enemigos pueden hablar, pueden trabajar juntos por una causa superior.

Se puede superar la guerra. Los que ya han estado en armas, los que han estado enfrentándose, se pueden reconciliar.

Y si lo estamos logrando en Colombia después de tantos años, estamos cerrando esas cicatrices después de tantas décadas de violencia, hay una esperanza también para el mundo entero.

Por eso hago votos para que el mundo asuma esa cruzada por la reconciliación. Musulmanes, cristianos, de cualquier religión, de cualquier raza, no nos olvidemos que somos uno.

Hoy estamos en este recinto, en el Hotel Tequendama, porque hace 28 años asesinaron aquí en Soacha a un gran colombiano, a Luis Carlos Galán. Y se ha denominado este día como el Día Nacional de la Lucha contra la Corrupción.

Hace siete años nadie creía que era posible el desarme total de las Farc. Hace dos días lo logramos.

Hoy muchos creen que no es posible derrotar la corrupción.

Claro que es posible. Es posible y esa corrupción la vamos a derrotar.

No es que haya en este momento más corrupción en el país. No.

Lo que pasa es que gracias a un trabajo efectivo de las entidades de control de la Fiscalía, de la Procuraduría, de la Contraloría, de la justicia, estamos rescatando las ollas podridas, estamos haciendo visible esa corrupción.

Había o hay un gran estudioso de estos temas, que es el director del departamento de psicología de la Escuela de Economía de Londres, que dice: la trasparencia, cuando se aplica, genera en la gente la sensación de que hay más corrupción y que todo el mundo es corrupto. Y resulta que esa es la única forma efectiva para luchar contra la corrupción.

El foco de la opinión publica, hacer trasparente todo, es la mejor arma contra la corrupción.

Y la corrupción además es la peor forma de violencia por que destruye la confianza, hace creer que todos somos malos y estamos destinados al fracaso. Genera desconcierto, genera tristeza. Por eso es tan importante combatirla permanentemente.

Yo prácticamente toda mi vida pública la he dedicado a una cruzada por el buen gobierno –tengo una fundación que se llama el Buen Gobierno–, que se resume básicamente en unos principios que son los siguientes: Que el Estado el Gobierno sea eficaz, sea eficiente, que sea trasparente y que rinda cuentas.

Ahí se puede resumir el buen gobierno.

Y el buen gobierno genera gobernabilidad, que es tan importante en cualquier democracia. Esa gobernabilidad tiene que ver con el imperio de la ley, tiene que ver con la estabilidad política tiene que ver con la efectividad del Gobierno, parte de los principios del buen gobierno; tiene que ver con la calidad regulatoria. Tiene que ver por supuesto –porque esa es una condición necesarísima para cualquier desarrollo de cualquier gobierno de cualquier parte del mundo– que haya paz.

Y en todo eso hemos venido avanzando en Colombia. En todos esos criterios de Gobernabilidad hemos venido avanzando.

Ustedes ven los avances, pero por supuesto que nos falta mucho.

Y ahí hay que insistir, hay que seguir pedaleando, seguir avanzando.

Pero creo que hemos hecho cosas muy importantes y hemos logrado resultados muy importantes.

Hemos hecho reformas institucionales, hemos hecho mejoras en la regulación. Muchísimas. Hemos impuesto unos sistemas de información abiertos –eso tiene que ver muchísimo con la trasparencia– y algo tan importante como la coordinación entre las entidades del Estado. También es fundamental. La armonía y como venimos colaborando con las entidades de control.

Aquí esto que se está viendo es producto de una mayor coordinación. Estamos trabajando juntos con los mismos objetivos y se están viendo los resultados.

Les voy a recordar algunas de esos pasos que hemos dado en estos últimos seis, siete años.

Hicimos una reforma institucional, desaparecimos entidades que estaban tan corruptas que no valía la pena tratar de rescatarlas.
Acuérdense de lo que era el Inco, que la llamaban la cueva de ladrones. Creamos una institución que hoy tiene una gran respetabilidad entre todos los agentes que tienen que ver con la construcción en el país, que es la ANI.

El Servicio Geológico y unas entidades que tienen que ver con la regulación de la infraestructura.

Acuérdense lo que era el Servicio Social. También lo liquidamos, creamos Colpensiones. Hoy una pensión se le demora a un pensionado máximo seis meses; antes se demoraba 10 años.

Eliminamos entidades como el DAS, también totalmente corrompido. Creamos la Agencia Nacional de Inteligencia. Le desprendimos Migración Colombia, que ha funcionado muy bien bajo la tutela de la Cancillería Ingeominas. Buena parte de los problemas que hoy tenemos en el territorio colombiano tiene que ver con la corrupción de Ingeominas, con esos títulos mineros que se repartieron producto de la corrupción y que hoy reclaman los que los tienen y están generando toda una fricción jurídica. Estamos trabajando con las diferentes autoridades para ir arreglando este problema.

Creamos otras instancias para proteger los recursos del Estado y defender mejor el Estado, la Agencia de Defensa Jurídica del Estado.
Los cálculos más conservadores es que esa agencia ya le ha generado al Estado colombiano ahorros entre tres, cuatro billones. Otros dicen que hasta 14 billones de pesos.

Fortalecimos las superintendencias. Y ustedes están viendo el producto de eso. Por primera vez se está poniendo en la palestra las colusiones de empresas del sector privado para subir los precios de productos que no tenían por qué el consumidor pagar esos precios. Y se está haciendo una labor muy importante y muy efectiva para darle trasparencia a toda la competencia, que es también base fundamental de nuestro sistema de libre mercado.

En la ANI, por ejemplo. En la parte de la infraestructura donde estaba concentrada la corrupción. Como no existía en Colombia la cultura de la estructuración de proyectos ¿qué pasaba?

Durante años, décadas, se licitaban los proyectos sin estructurarlos.

Y llegaban las propuestas ¿y qué pasaba? Que esas propuestas, cuando las iban a construir, las iban a ejecutar, pues no costaba lo que decían, pues costaba 2, 5, 10 o hasta 100 veces.

Las especificaciones no correspondían con la realidad y muchos de esos proyectos se quedaban en la mitad del camino.

¿Y qué hacían los que licitaban en esa forma? Demandaban al Estado.

Y le ganaban las demandas al Estado, porque era culpa del Estado.

Así era como funcionaban nuestra infraestructura. A eso le dimos un vuelco total.

Antes las grandes obras ¿quiénes se presentaban, cuántos se presentaban?

Uno, si acaso dos o tres proponentes.

Al darle un vuelco a eso, al obligar a la estructuración de los proyectos, no solamente en la fase 1, en la fase 2, sino en la fase 3, al eliminar los anticipos, porque lo otro que sucedía era que los contratistas se quedaban con los anticipos y después demandaban al Estado.

¿Quién pagaba? Los contribuyentes.

Eliminamos los anticipos. Y limpiamos todo el procedimiento. Inclusive pusimos una urna de cristal en el Ministerio de Transporte para que cada licitación la pudieran ver los competidores.

¿Qué pasó? Se están presentado entre 50, 60, hasta 100 proponentes por licitación.

¿Eso qué quiere decir? Que ya recuperamos la confianza de los procedimientos. Y se están haciendo las obras, y se están terminando y se están financiando.

Es un ejemplo de cómo sí se puede eliminar de distintos sectores esa corrupción.

De manera que desarrollamos además pliegos estándares. Eso es uno de los factores que más se utilizaba para pagar coimas y para corromper. Se hacían los pliegos a la medida del que estaba proponiendo. Le pagaban al funcionario y entonces decía ‘esto se va hacer de esta forma’ y era el único que podía cumplir.

Eso se está eliminando. Hay pliegos estándares y todo eso se está adelantando mucha más transparencia y efectividad.

Por ejemplo, en las licitaciones de las 4G, las más grandes licitaciones que se han hecho en la historia de Colombia –inclusive es tal vez de los proyectos de mayor envergadura, según el Banco Mundial, que están haciendo en los países emergentes–, no ha habido una sola demanda de ningún enemigos proponente de los que perdieron por sospecha de algo indebido.

Ni uno. Nadie ha puesto una sola demanda. Y eso pues lo ha reconocido permanentemente el señor presidente de la Cámara de Infraestructura, el doctor Juan Martin Caicedo.

Yo recuerdo en el año 2006, en Cartagena, me invitaron a un foro –yo estaba de periodista–, un foro con Alejandro Gaviria, Clara López, la ‘Paca’ Zuleta y un profesor muy importante, Daniel Kaufman. Era el director de toda la política anticorrupción y de transparencia del Banco Mundial.

Y recuerdo muy bien que allá en Cartagena –la ‘Paca’ que esta acá me recordará o me rectificará si estoy diciendo lo que no es–, allí se presentó unos cuadros de cuánto representa la compra pública en las economías de los países.

Y Colombia aparecía como un país donde teníamos un promedio normal pero es un porcentaje muy alto. Entonces, eso, ahí donde también se concentra una parte de la corrupción, había que ver cómo lo podíamos corregir.

En esa misma conferencia –recuerdo muy bien– surgieron ejemplos. Chile era uno de los ejemplos, había varios países que tenían entidades dentro del Estado que hacían un esfuerzo para centralizar todas las compras y volverlas totalmente transparentes.

Me acuerdo que ahí salió la necesidad y la importancia de toda la parte de publicar los contratos de todas las formas posibles para la mayor cantidad de gente posible y ahí entonces nos inspiramos en una serie de ideas e iniciamos todo un proceso en esa dirección.

Un proceso que tiene que ver con el sistema electrónico, por ejemplo, de contratación pública y pusimos en marcha un sistema con el que cualquier persona puede ver cualquier contrato.

Nosotros habíamos hecho un esfuerzo en el Ministerio de Hacienda muchos años antes, pero ahora pusimos en marcha un sistema más sofisticado y más efectivo y es que cualquier persona, en cualquier momento, puede entrar y decir cuántos contratos ha tenido esta entidad, con quién lo ha contratado, en qué condiciones, Toda la información está abierta.

Ustedes ven a los periodistas hoy –no estaban sometiendo derechos de petición–, van a ese sistema y tienen toda la información.
Pusimos unas plataformas diferentes para transacciones en línea. Entonces lo que llamamos en Secop. Era simplemente el registro de los documentos y lo convertimos Secop 2, que es estar en línea, es decir, tener toda la información.

Y creamos la Tienda Virtual, a través de la cual se negocia con los proveedores los precios, las calidades. Y todas las entidades del Estado que quieren comprar ese producto pueden, sin licitación, ir a comprar.

Eso ha funcionado muy bien. Eso evita totalmente la corrupción en la compra de esos productos y ahorra mucha plata. Eso se ha visto de una forma muy importante.

Multiplicamos la publicación de todos contratos. Lo multiplicamos por 280, 300 por ciento. Y el número de contratos que ustedes ven en la gráfica, cómo ha venido poniéndose a disposición del mundo entero, porque aquí pueden entrar los universitarios de otros países. El que quiera puede entrar.

Eso genera una especie bola de nieve, un círculo virtuoso. Entre más transparencia, más apetite y más efectividad.

En esto crecimos, en la Tienda Virtual por ejemplo, crecimos en cinco cinco años lo que Chile se tomó 15 años. Nos hemos ahorrado más de un billón de pesos. Un billón de pesos. Simplemente la diferencia entre lo que gastaban comprando ese mismo producto y lo que ahora se gastan comprando el mismo producto.

Y esto nos ha convertido en uno de los líderes a nivel mundial.

Tenemos por ejemplo, esta es la información que hay, una fuente que se llama Open Data Index, que es un índice que tienen en el mundo de los países que tienen mayor transparencia en su contratación pública.

Colombia está en los diez primeros, que tiene el cien por ciento, ahí ven. Esos son los países que tiene el cien por ciento de su contratación totalmente disponible para que cualquier lo revise, los vigile, lo monitoree. Y eso es muy muy importante.

Yo he sido hasta víctima de eso. ¿En qué sentido?

Les voy a dar un ejemplo, en el Palacio Presidencial pues que allá ha habido muchísimos presidentes hace mucho tiempo cada cierto tiempo hay que renovar los tapetes, las cortinas. Hay que mantener el Palacio. Es el Palacio presidencial.

Resulta que hace un par de años se renovaron las cortinas y se publicó, por supuesto, el contrato. Y el contrato decía: se compraron tantos metros de tela para las cortinas del Palacio.

Como eso no había sucedido antes, entonces ahí los enemigos dijeron ‘mire, ahí está la corrupción. Están comprando cortinas en Palacio.
Y me tuvieron crucificado cuatro meses diciendo que por qué diablos habíamos comprado las cortinas en Palacio. Pues porque hay que comprar las cortinas en Palacio.

Pero lo que digo yo es que la trasparencia da toda la información.

Y no me importa que me digan que compré cortinas o que compre unas almendras que costaron 15 millones de pesos. Eso no tiene… ahí están, ahí están los contratos que se necesitan.

Lo importante es que la gente spa que esta toda la información disponible.

La ‘Paca’ estuvo en esa Tienda Virtual. Ahora se nos va para la Universidad de los Andes, a la Escuela de Gobierno. Hizo una labor extraordinaria.

Y creo que eso hay que continuarlo, porque tenemos mucho espacio todavía para fortalecer esos sistemas que garantizan que no va a haber corrupción y garantizan transparencia.

Y estamos impulsando todo tipo de herramientas en ese sentido, en esa misma dirección.

El Portal de Transparencia Económica, el llamado SIGEP, que es el Sistema de Información del Empleo Público, el SECOP que ya les mencioné, un mapa de las regalías. Todas las regalías se pueden controlar, se pueden vigilar, porque todos los contratos de regalías están en la página, hasta el último peso, para comprobar qué se ha hecho con las regalías, en dónde se han invertido y dónde están las obras.

Están el Sistema Único de Información de Trámites, está el sistema de Observatorio Anticorrupción que tenemos en la Comisión Anticorrupción que es donde participan las entidades de control.

Hemos promovido legislación. Legislación importantísima.

Desde el comienzo del Gobierno dijimos la lucha contra la corrupción es como la lucha contra la pobreza, la lucha contra la inseguridad y la violencia. Prioritario.

Le presentamos al Congreso un Estatuto Anticorrupción bastante drástico comparado con lo que tienen otros países.

Ese Estatuto Anticorrupción, por ejemplo prohíbe que cualquier funcionario abra una licitación sin tener estructurado el proyecto en fase 3. Es un delito abrir una licitación sin que esté el proyecto estructurado, porque ahí sabemos que se presenta una parte importante de la corrupción.

La Ley Antisoborno que se aprobó en el Congreso; la Ley Anticontrabando que nos ayuda muchísimo. Esa parte del contrabando que todavía tenemos que hacer mucho más porque todavía hay demasiado contrabando. Pero ya tenemos unos instrumentos mucho más efectivos.

Está el decreto de la Ley Antitrámites, que hemos desaparecido más de 1.200, 1.300 trámites. Y todavía podamos hacer mucho más en materia de facilitarle al sector privado los trámites ante el Gobierno.

Está la reforma al Régimen de Contratación de las Entidades sin Ánimo de Lucro, donde estaba concentrada una parte importante de la corrupción.

Las fundaciones sin ánimo de lucro eran las que contrataban, eso financiaban en las regiones y ahí había mucha corrupción. Le pusimos coto a eso.

Y presentamos unas medidas ayer mismo en el Congreso, adicionales.

Definir, por ejemplo, quiénes se consideran –esa ya está presentada–, personas políticamente expuestas. Es decir, personas que tienen que ser especialmente trasparentes en sus cuentas personales. Funcionarios que tienen algunos cargos importantes, que deben decirle al público mire, este es mi patrimonio, estos son mis activos, así llegué yo al gobierno y así me voy del gobierno.

Inclusive yo lo hice. Creo que soy el primer Presidente que publica su declaración de renta. Llegué con estos bienes y me voy con estos bienes.

Eso es parte muy importante de la transparencia y de la actitud de decirle al público mire, no hay nada que esconder.
Aquí todo lo estamos haciendo por encima de la mesa sin ningún tipo de secreto, porque en el secreto, en el manto del secreto, es donde también se gesta la corrupción.

Restringimos las contrataciones directas y sin competencia con algunas entidades sin ánimo de lucro que contrataban con idoneidad.
Está el Estatuto Anticorrupción, por ejemplo. Aquí este cuadro es bien interesante.

El Estatuto Anticorrupción lo aprobamos el año 2012. Las sanciones penales por corrupción, miren qué ha pasado a partir del Estatuto Anticorrupción. Cómo se han multiplicado.

La tendencia sube, sube y sube. Es decir, las herramientas que estamos poniendo en marcha están dando resultados. Unos resultados muy importantes.

Y lo que estamos viendo ahora, lo que están haciendo las entidades de control, es esa línea después del 2016. Vamos a seguir subiendo, porque esto también tiene una especie de bola de nieve, de círculo virtuoso.

Y esto, repito, lo que significa es que la lucha contra la corrupción está dando resultados.

No es que haya más corrupción. Es que estamos siendo más efectivos en la lucha contra la corrupción. Eso es bien interesante y bien importante tenerlo en cuenta.

Y por eso hay que apoyar a las entidades de control, apoyar esta lucha, porque sí podemos vencer la corrupción si todos nos proponemos ese objetivo.

Los castigos para los corruptos se volvieron más fuertes. Se creó, por ejemplo, el procedimiento verbal para las sanciones en la Contraloría.

Creamos la Comisión Nacional de Moralización, que se reúne cada cierto tiempo, e involucramos a la ciudadanía en esa lucha contra la corrupción. Tenemos voceros de las entidades ciudadanas que nos ayudan, que nos denuncian, que nos ayudan a dirigirnos hacia donde ellos creen que está concentrada la corrupción.

Todo eso es parte de esta cruzada contra la corrupción.

Creamos la Secretaria de Transparencia de la Presidencia. Antes dependía, había una Secretaria en la Vicepresidencia. Esta recibe 300, 400 reportes al año, de casos. Los pasamos a las entidades de control, los pasamos a las diferentes instancias. Y eso es parte de lo que estamos viendo.

Muchos de los casos son casos que se originan en la Secretaria de Transparencia, que se los pasamos a la Fiscalía, a la Procuraduría, a la Contraloría. Vigílenme esto, investiguemos esto o investiguémoslo conjuntamente.

Tenemos, inclusive, unos grupos especiales, unos especie de comandos especiales de lucha contra la corrupción, que vamos donde las entidades y descubrimos los casos y entonces los judicializamos.

En la Ley de Transparencia se pueden consultar más de 65 mil instituciones públicas y privadas que suministran bienes y servicios.
Impulsamos una agenda para promover esa transparencia y esa rendición de cuentas. Todos los jefes de control interno de las entidades del Gobierno, sin excepción, absolutamente todos, están ahí por meritocracia.

Todos han surtido un proceso y no hay uno que pueda decir que alguien metió la mano, y mucho menos en su jefe, para nombrarlo, porque todo se ha hecho con la absoluta transparencia.

La doctora Liliana Caballero (Directora de Función Pública) sabe perfectamente, porque he sido muy insistente en eso.

Las audiencias públicas de rendición de cuentas de la Rama Judicial. Es un paso importantísimo. El Código de Ética del Congreso.
Yo diría que hoy podemos decir, sin lugar a dudas, que tenemos instrumentos, herramientas y hemos hecho mucho más transparente al Estado colombiano de lo que teníamos cuando recibimos el gobierno.

Ahora, estamos en plena lucha. Estamos viendo que la corrupción era monumental.

Pero la estamos combatiendo y yo creo que eso es lo más importante.

Hemos promovido pactos, eso también tiene que ver con la actitud de la gente.

Yo le escuchaba al doctor Alfonso Gómez en una declaración que decía ‘esto ya no se volvió una cosa tanto de normas si no de comportamientos’.

Entonces ahí también tenemos que hacer un gran esfuerzo. Los comportamientos de las personas y de las entidades. Por eso los pactos con medidas concretas contra la corrupción que hemos promovido en las ciudades, en las gobernaciones, en las agremiaciones, porque también el sector privado no es que no sea parte de esto; es parte importantísima porque uno es el que da y el otro el que recibe.

Entonces ahí también hay que generar toda una conciencia de la necesidad de ser cada vez más transparentes.

Como les decía, hoy más de 150 funcionarios publican sus declaraciones de renta y su balance económico.

Y el mundo ha reconocido ese esfuerzo. El mundo ha reconocido ese esfuerzo, los resultados que hemos hecho, las iniciativas que hemos lanzado.

Para mí fue un inmenso orgullo como colombiano, como Presidente de la República, que me haya llamado el Primer Ministro británico y me dijo: mire, estamos organizando la primera Cumbre Mundial.

Eso fue, se acuerdan, de los Panama Papers y todo lo que estaba surgiendo y me dijo, mire, necesito un copresidente. Y por lo que usted ha hecho, por lo que ha hecho su gobierno, por lo que ha hecho su país, queremos que Colombia copresida con Gran Bretaña la Cumbre Mundial de Corrupción.

Y ahí estuvimos en Londres, copresidiendo la primera Cumbre Mundial en contra de la Corrupción.

Todos los países importantes asistieron. Asumimos una serie de compromisos. Creamos una cosa que se llama el C-5 con unos países líderes en datos abiertos en contratación. Los países: Francia, Ucrania, Reino Unido, México, estamos promoviendo esa labor en diferentes partes del mundo. En calidad de los datos, en el uso de los mapas de los actores interesados, en la sostenibilidad. Es decir, que esto genere entusiasmo en más y más países para que esa transparencia se vuelva mundial.

Porque una de las limitaciones en la lucha contra la corrupción es precisamente la globalización y el hecho de que la información en un país donde no se le pueda trasmitir al otro país. En eso cada vez estamos colaborando más entre los países.

Miren lo que está haciendo la Fiscalía con Estados Unidos y los resultados que está obteniendo.

Esa colaboración a nivel mundial es importantísima. Y la estamos promoviendo y Colombia es uno de esos cinco países que está al frente de esta cruzada.

Y tenemos que seguir en ese frente.

Recibimos luz verde en esa organización a la cual aspiramos ingresar oficialmente antes de terminar mi gobierno, que es la OCDE.
El doctor (Fernando) Cepeda la conoce muy bien, porque fue embajador en Francia y sabe que esa es una organización, no de países ricos, como algunos han dicho. Es una organización donde se reúnen los países para discutir las mejores prácticas a nivel mundial y adoptarlas. Y tienen analistas permanentes de todas esas políticas públicas.

Los miembros de esa organización lo que garantizan es una calidad mínima de sus políticas públicas. Y una de esas políticas públicas donde la OCDE hace más énfasis es precisamente en la lucha contra la corrupción.

Y ahí tienen todo tipo de estándares y miden estudiando las diferentes fórmulas, qué funcionó en un país, qué funcionó en el otro, por qué no funcionó esto.

Es un proceso de mejoramiento continuo. Es lo que yo diría que se puede definir la OCDE, un ejercicio de mejoramiento continuo en materia de políticas públicas.

Y ahí nosotros hicimos una gran labor para que nos admitieran.

Allá hay unos comités de diferentes temas. El comité anti-soborno y la lucha contra la corrupción. Ya nos aprobaron, ya nuestros estándares están más que suficientes para poder ingresar a esta OCDE.

Solo lo superaron Corea del Sur, Francia y Japón en materia de lo que llaman Open Data. Solamente esos países en la OCDE. Es decir, a Colombia le fue muy bien en el examen. Dijo mire, lo que están haciendo ustedes no tienen sino estos países. El resto no está tan sofisticado como están ustedes. Los felicito, sigan adelante.

Y es lo que tenemos que seguir, innovando.

Por ejemplo, acá veo al director de la UIAF. La UIAF –la gente no la conoce muy bien- se creó cuando yo era ministro de Hacienda. Se creó para luchar contra el lavado de activos. Innovamos.

¿Cómo hacemos para luchar contra el lavado de activos?

Entonces creamos unos sistemas de información. La información es clave y la tecnología también.

Entonces la UIAF cómo opera.

Le dice a la Dian, deme toda su información y la pone en una lista. Les dice a los bancos, denme toda su información. La ponen en una lista.

Les dice a las ciudades, denme todo su catastro, denme dónde viven las personas, cuáles son los sectores más deprimidos o más ricos.
Entonces comienzan unos sistemas a cruzar información. Y entonces hay lo que llaman un comportamiento normal. Lo que es normal es normal y no pasa nada, pero de pronto se prende una lucecita roja, ‘tu... tu…tu…’

¿Y qué pasó? Entonces va uno a averiguar ¿por qué en una panadería, en un estrato uno o dos de Barranquilla o de Cali, están haciendo transacciones por 150 mil millones, 200 mil o 300 mil millones de pesos.

¡Ah! Aquí hay algo.

Entonces se investiga.

Y eso ha tenido una efectividad enorme y lo que ha tenido más es que los demás países dicen: miren lo que Colombia ha venido haciendo en materia de hacerle seguimiento a las transacciones financieras para luchar contra el lavado de activos, y ahora –y la Fiscalía sabe muy bien– contra la corrupción.

Y ha sido de enorme utilidad.

Son cosas que no se conocen, que no se saben, pero que hemos hecho y lo estamos haciendo.

Vuelvo y repito, toda esta lucha contra la corrupción que estamos viendo y que tiene a todo el mundo aterrado, es precisamente porque está funcionando, porque ahora estamos obteniendo resultados.

Gracias a qué…

A ese tipo de mecanismos, a ese tipo de políticas.

Por ejemplo, usando la información, usando la tecnología descubrimos al comienzo del gobierno los alumnos fantasmas.

Me acuerdo muy bien, la Ministra de Educación de entonces me dijo: mire, Presidente. Usted que me puso a cruzarnos información, resulta que estamos pagando a este municipio tanta plata por 20 mil alumnos y resulta que el colegio solamente nos dicen que hay ocho mil.

Entonces ¿qué pasa con los otros 12 mil?

Pues se estaban robando la plata. Alumnos fantasmas.

Como estos ejemplos hay miles que estamos descubriendo y les pasamos eso a la Fiscalía y a la Procuraduría y a la Contraloría. Y eso es lo que les está dando resultados.

Ahora, que podemos hacer más, por supuesto. Tenemos que hacer mucho más.

Tenemos que seguir avanzando, pero lo que tenemos es que apreciar es que se ha hecho es importante. Y lo que no podemos es bajar la guardia ni nunca darnos por vencidos.

Todo lo contrario, esta lucha contra la corrupción es tan importante como la lucha por la paz. Tan importante como la lucha contra la pobreza.

Porque, como decía al principio, la corrupción lo que hace es socavar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, en sus leyes, en sus líderes y eso derrumba a los sistemas.

Estamos fortaleciendo el grupo anticorrupción de la Dijin. Les dimos más recursos, más instrumentos tecnológicos, sancionamos la ley de extinción de dominio para ir detrás de la plata, de los corruptos. Eso es lo que más les duele.

Ahora no solamente los vamos a mandar a la cárcel, sino les vamos a quitar sus bienes. Porque si se corrompen es precisamente por eso.
Le he pedido también, así como decía al principio sobre el terrorismo –que tenemos que atacar las raíces del terrorismo, que es el odio, que es la exclusión, que es esos sentimientos de sed de venganza–, lo mismo en la corrupción tenemos que devolverles a los ciudadanos el civismo, su actitud sobre cómo ser un buen ciudadano.

Y por eso le pedí a la Ministra de Educación –y ya lo tiene listo–, que volvamos a tener, profesor Cepeda, la educación cívica, que usted y yo tuvimos cuando estábamos en el colegio, que era tan importante, volvamos a la educación cívica. Y vamos a volver.

Ayer sancioné que se llama la ley para proteger mecanismos de participación democrática. Ahí convertimos en delito lo que no era delito, hasta el día de ayer. Las sanciones por los abusos electorales, las cuentas, los topes de las campañas, eso no era delito. A partir de ayer eso se convirtió en delito.

Ayer también radicamos una serie de proyectos importantes en la lucha contra la corrupción.

La Ley de Probidad, más herramientas a las superintendencias que puedan atacar la corrupción por sectores. Dimos recursos adicionales a Superintendencia de Industria y Comercio para tener unas soluciones especiales que combatan la colusión, que se ha vuelto bastante más generalizada de lo que la gente se imagina.

Vamos a bancarizar totalmente –esto es muy importante– el sistema de contratación del Estado. Nada de ir a pagar con billetes; que todos las transacciones queden registradas.

Vamos a proteger –también, radicamos una ley ayer en ese sentido– a los denunciantes. Mucha gente no denuncia por miedo. Miedo a que los maten o miedo a que los boten del puesto.

Entonces vamos a tener una protección especial, porque la denuncia en eso es algo muy importante.

Se avanza en el trámite de otras iniciativas que van a ayudar también en la lucha contra la corrupción.

La Reforma Política también tiene que ver mucho para erradicar la corrupción de todas las campañas y de los procesos políticos.

Los particulares que contribuyan a las campañas, que puedan contribuir pero que lo hagan por encima de la mesa. Que lo hagan oficialmente.

Se está tramitando un proyecto para obligar los pliegos estándar en todos los proyectos de infraestructura, que sea obligatorio.

En este momento lo que pasa es que nosotros no le damos los recursos a quien no lo tengan, pero no es obligatorio. Lo vamos a convertir en obligatorio.

Y queremos –con esto finalizo– que este posconflicto sea también un ejemplo de transparencia.

Los recursos de cooperación internacional, las platas que estamos invirtiendo en las zonas más afectadas por el conflicto, los proyectos que se están adelantando, que eso se haga con absoluta transparencia.

Y algo que me produce mucha satisfacción es que ya el proceso de paz, en materia de transparencia, también se ha convertido en un ejemplo para el mundo.

Cuando uno compara el proceso de paz con otros procesos del mundo u otros procesos que adelantamos en Colombia, por ejemplo, en el manejo de los registros de los guerrilleros que se les van a amnistiar, el registro de las armas, en todo eso, este proceso ha sido un ejemplo –no lo decimos nosotros, lo dicen las propias Naciones Unidas– para el mundo entero, porque nunca se ha visto un ejercicio tan serio –eso es lo que dicen Naciones Unidas–, tan serio.

Porque todo ha sido programado, todo ha sido planeado, y hasta ahora todo ha sido, relativamente, bien ejecutado.

Ha habido errores, por supuesto. Ha habido retrasos, por supuesto. Pero en su conjunto la transparencia ha sido absoluta.

Y lo que queremos es que la construcción de esa paz, la implementación de los acuerdos, el uso de los recursos de la cooperación internacional, también tengan todas las garantías de absoluta y total transparencia, porque así va a quedar mucho más sólida esa paz que estamos comenzando a construir.

De manera que este seminario me parece muy oportuno, en un momento crucial de nuestra historia.

Yo les agradezco a todos los que están en este seminario. Creo que de aquí también vamos a poder aprender lecciones y tomar iniciativas que nos van a servir mucho.

Pero lo que quiero decirles a ustedes y a todos los colombianos: esta lucha contra la corrupción hay que continuarla. Está dando resultados, lo estamos viendo.

Nosotros en el Gobierno hemos estado muy interesados desde el primer día en que así sea. Y nos satisface mucho que los resultados se están viendo.

Y no vamos a bajar la guardia. Y ningún colombiano tiene porqué bajar la guardia.

La paz ahora nos visibiliza otros problemas, entre ellos el de la corrupción.

Mucha gente ha dicho: mire, mire cómo surgen otros problemas. Antes estábamos obsesionados solamente por ver cómo logramos la paz. Pero ahora tenemos otros problemas que nunca han dejado de existir, pero que ahora podemos concentrarnos con más efectividad a resolverlos.

Esta mañana oía en la radio, el jefe de Médicos sin Fronteras. La periodista le decía: pero ¿cuáles son esas estadísticas tan preocupantes y tan dramáticas que usted tiene? Por favor denos las estadísticas.

Y decía este señor: pues sí, hemos descubierto que el 60 por ciento, algún porcentaje alto de la gente, tiene un algún tipo de trauma postviolencia, que el 25 por ciento está deprimido.

¿En dónde? En Tumaco, en Buenaventura.

Y yo decía: mire qué maravilla, ahora estamos concentrados es en el estado de ánimo de las personas y no en que las estén matando. Es un paso bien importante. Muy importante.

Eso es lo que estamos viviendo en Colombia. Que surgen otros problemas que tenemos. No quiere decir que no vamos a darles el tratamiento psicológico a las víctimas, por supuesto, que vamos a tratar de dárselas.

Pero es que ya estamos en otro estadio, que es lo que nos permite la paz.

En esto de la corrupción sucede igual. Podemos concentrarnos con más eficacia, en luchar contra la corrupción que, repito, es una de las causas más importantes que tenemos y por eso celebro mucho la realización de este seminario.

Agradezco a la Secretaria de Transparencia, a la doctora Liliana y a todos los panelistas, al señor Ministro y por supuesto, la presencia aquí de las entidades de control.

Sigamos trabajando con ese entusiasmo y sigamos produciendo resultados, que es lo que el pueblo colombiano exige y nos reclama.

Muchas gracias.



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Liliana Caballero

Directora General

Entidad: DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Equipo: Otro

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